lunes, 10 de noviembre de 2014

Imagen de hoy: D. Onofre el maestro.


Hace unos días supe que el nombre del maestro  que vemos con sus alumnos en esta fotografía del año 1900 se llamaba D. Onofre. Me lo contó Mari Sol de Castro, que todavía sigue recibiendo fotos antiguas del pueblo y de sus vecinos desde que publicamos “Memoria Gráfica de un Siglo”. Y es que además me dijo que había visto a algunos de sus familiares, y que estaban interesados en comprar el libro.  Me parece muy bien y ojalá disfruten con las imágenes que en él aparecen y les sirva para recordar a otros familiares y amigos del pueblo. 
Esta es una de las imágenes más antiguas y llamativas publicadas. Y, aunque con sólo verla sería suficiente, no me resigno a comentarla, pues nos muestra aspectos muy concretos de la vida escolar a comienzos del siglo XX. Ni que decir tiene que maestro y niños están preparados para colocarse ante la cámara, de fuelle o de cajón, por la época. Todos expectantes, serios, bien colocados y respetando la posición. Además su mirada está en la misma dirección. Forman como un triángulo cuyo vértice superior es el maestro, D. Onofre, que destaca entre todos por su bigote y también por su forma de vestir: chaleco y chaqueta. Los niños en cambio  casi todos con blusón de tela lisa o de color.
Su rostro nos llama la atención por la uniformidad en boca, ojos y mirada. Y su cabeza con el mismo o parecido corte de pelo, como que se lo hubiesen cortado todos el día anterior, para la fotografía. No deja de ser este un momento especial y más en aquellos años con menos medios y progreso en todos  los aspectos.
La fotografía, aunque algo deteriorada con el paso del tiempo, no deja de ser un buen testimonio del pasado y de la forma de vestir, y también de vivir hace más de cien años.
Estoy seguro de que serán muchas las personas de Joarilla y de otros lugares que verán esta imagen, se detendrán un momento a contemplarla y hasta pensarán o comentarán algunos aspectos de la misma. Y es que casi siempre “una imagen vale más que mil palabras”.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Alameda.-2



Siempre que voy a Joarilla, sobre todo en primavera o verano, me doy una vuelta por la alameda, lugar apropiado para ponerse a la sombra de los chopos y así refrescar de los calores existentes en dichas estaciones.  Y es que el lugar más apropiado del pueblo para ello, y más desde que el arroyo se ha convertido en río, aunque sea debido a las aguas de los canales del regadío.
Hay que añadir que, en la actualidad, el lugar está más limpio y acondicionado para pasear, hacer deporte y descansar.  
Pero, por las imágenes que tenemos y vemos, podemos decir que la alameda siempre se utilizó para eso, aunque antiguamente el deporte más practicado en dicho lugar fuese el futbol, tanto por los niños como por los mayores. Y por supuesto que fue el lugar de paseo preferido en las tardes de los domingos y días festivos, era como una distracción más pasear o ir de paseo a la alameda.
Pienso que la imágenes siguientes en las que están algunos de mis familiares están hechas en la alameda. Si no fuese así y alguien conoce bien el lugar, que lo diga para su corrección. Lo digo porque a veces también algunos se acercaban allí con su coche cuando iban a descansar, pasear o jugar.
En la alameda, a la sombra de los chopos.
También se tomaba el sol en la Alameda.
También recuerdo que durante algunos años, por las fiestas del pueblo, sobre todo las del Sacramento, se organizaban vaquillas, una especie de capea con pequeñas y bravas vacas.
La plaza se preparaba con remolques y carros de varas o de par, y sobre ellos se colocaban los espectadores. Por cierto que, a las vaquillas acudían muchas personas de de San Miguel y de Valdespino. Y es que los tres pueblos forman el Ayuntamiento y casi todos se conocen y tienen las mismas o parecidas vivencias.
Remolques formando la plaza para las vaquillas.
Algunos de Valdespino acudían también a las vaquillas.
Las fotos de las vaquillas son del año 1981. Se nota el paso de los años en niños, jóvenes y mayores, a los que muchos de los que se acerquen a este blog reconocerán. No hace falta mucha explicación para ver lo bien que está preparada la plaza y el sitio preferente de que gozan los espectadores.
También conviene destacar a los que se tiran al ruedo, como que lo hubiesen hecho muchas más veces. Se ve en ellos dominio de la vaquilla y del toreo. Y lo bien que se lo están pasando la gente. Es día de fiesta y hay que celebrarlo.  
Vaca...vaca...vaca...
eh¡ eh¡ eh¡
Todos a por la vaca...
Los espectadores llamando a la vaca...
Todos agarrando a la vaca al final de la fiesta.

Niños hace 30 años y algunos mayores, uno de ellos Miguel.
Juan Antonio y yo en el ruedo, pero cerca del burladero.
Mari Sol y sus amigas hace más de 30 años.
Suintila q.e.p.d. y mi primo Angel entre otros.