domingo, 3 de noviembre de 2013

Cruces del Cementerio.



Ayer fue el día de los Difuntos, fiesta que, junto con la de los Santos, son importantes y destacan en el calendario litúrgico cristiano. A estas fiestas con sus costumbres o tradiciones, se apuntan casi todas las personas, independientemente de su mayor o menor creencia religiosa. Y es que son días asociados con la muerte, que llegará a la todos los humanos, lo mismo que a los demás seres vivos.
Pero además ocurre que estos días, por tradición, se visitan los cementerios. Familiares y amigos se reúnen para ello en el lugar en donde alguno de sus predecesores está enterrado. También ocurre, como no podía ser menos en Joarilla.
A la derecha el nuevo cementerio, junto a la carretera que va San Miguel.

El nuevo cementerio, ya desde hace muchos años, se encuentra a las afueras del pueblo junto a la carretera que conduce a San Miguel de Montañan, el pueblo más próximo a Joarilla. Es amplio y está bien ventilado y soleado. Mantiene las puertas de hierro antiguas, no así las paredes que, al ser de tapial y adobe, hubo que sustituirlas por las de ladrillo más seguras y resistentes.
Pero lo que más ha cambiado tal vez sea su interior, pues casi todas las sepulturas que estaban a nivel del suelo, con una cruz de hierro o de otro material en su cabecera, han sido sustituidas por grandes, costosas, y llamativas tumbas o panteones, algunas cargadas de inscripciones y cruces de tamaños distintos y del mismo material. Lo mismo ocurre en otros pueblos, y no digamos en las grandes ciudades, donde algunos cementerios se visitan también para ver las obras arquitectónicas o escultóricas que hay en ellos.
Recuerdo que antiguamente el sacerdote acudían con el roquete y la estola negra, uno de estos días al cementerio y rezaba un responso solemne por todos los que estaban allí enterrados. Después se acercaba a cada una de las sepulturas en donde hubiese familiares y rezaba otros responso, este ya a título particular, por el fallecido. En la actualidad algunos momentos religiosos de este tipo han desaparecido y tan sólo se celebra misa en estos días aplicada por todos.
Pero lo que sigue en aumento es adornar con flores las sepulturas y tumbas el día o días de la visita al cementerio. E incluso algunos como que compitiese en ello, dada la cantidad, además de la variedad, de flores, que colocan sobre ellas.
Todavía se conservan algunas cruces de hierro forjado de las muchas que había en el cementerio de Joarilla, Lo mismo he comprobado que ocurre en muchos otros pueblos y ciudades, aunque en algunos lugares las consideran un testimonio de antigüedad y también belleza. En este caso las tienen colocadas en un lugar especial del camposanto para que puedan ser contempladas.

Parte de la cruz anterior, en la que se indica el año y los enterrados.
Otra de las cruces de hierro que aún se conservan.
Cruiz de hierro ya retirada de las sepulturas.
Las cruces de hierro tienen una imagen en el centro.

Las demás cruces son de piedra o mármol de diversas formas y colores y abundan en todos los cementerios, junto con algunas imágenes del crucificado hechas en serie en talleres o marmolerías dedicadas a ello. 
Sepultura con verja y elevada cruz de piedra.

Cruz de forma distinta con inscripción sobre ela.
Varias cruces y algunas imágenes del Crucificado.
Parte posterior de varias cruces del cementerio.