miércoles, 4 de diciembre de 2013

Santa Bárbara Bendita...

Este es el comienzo de un dicho, expresión o refrán, con santa Bárbara como protagonista, que se utilizaba con frecuencia en Joarilla y otros pueblos, sobre todo en el verano, cuando las tormentas arreciaban, con abundantes rayos y truenos, y que asustaban a la gente, por el temor a que las cosechas, a punto de recogerse, fuesen destruidas.
            Con el otoño comienza a caer la hoja, y los cambios atmosféricos se dejan notar. En este mes de Diciembre abundan los fríos y las heladas, también lluvias y nieves en algunos lugares. Y, aunque las tormentas con truenos y rayos sean más propias del verano, es ahora, cuando en el santoral cristiano aparece una santa, a la que se relaciona con todos estos fenómenos. Es Santa Bárbara, cuya fiesta se celebra el día 4 de Diciembre.
            De Santa Bárbara se acuerda mucha gente, según se dice, pero sólo cuando truena, hace mal tiempo o hay alguna adversidad, sobre todo meteorológica. Y los que más la recuerdan son los mineros, los pirotécnicos, los armeros, fundidores, artilleros, bomberos etc., pues la tienen por patrona. A ella se le invoca contra el fuego, los truenos y rayos, las explosiones, la muerte repentina y la impenitencia, etc.
            De esta joven doncella romana, hermosa y bella como ninguna, se prendó hasta su propio padre, Dióscoro, y por celos, más que por otra cosa, no quería que un hombre cualquiera se enamorase de ella. Por esta razón la encerró en la torre de un castillo. Pero ella, instruida en las verdades de la fe, decidió dedicar su vida a Dios, y se opuso a su padre cuando él la ofreció un marido. Por más que él lo intentase, ella no renunció a su fe, por lo que él mismo la asesinó cortándole la cabeza. Cuando lo hizo, con el cielo sereno y el aire quieto, se oyó un tremendo trueno y un rayo mató a su cruel e inhumano padre. Según cuenta la leyenda, el hecho ocurrió en Nicomedia, en tiempos del emperador Maximino Tracio, y en el siglo III.
            Bárbara se nos muestra con túnica talar, envuelta en manto rojo y con corona real o de flores. Sus atributos principales son la torre con tres ventanas que siempre la acompaña, colocada en su brazo izquierdo, junto a sus pies  o en el fondo del paisaje. También con la palma del martirio. Y en ocasiones se la representa con la espada de su martirio, un cañón o un proyectil, o el fondo rasgado por los relámpagos. 
Santa Bárbara con la torre y la palma en sus manos. Brime.
Imagen de la santa en la iglesia de Quiruelas de Vidriales.
Imagen en la iglesia de Pozuelo de Vidriales.
Proyectil que se colocaba junto a su imagen. Arrabalde.
            Se la venera e incluso es patrona de muchos pueblos y hasta le dedican novenas o triduos. También se la recordaba con una oración muy común y popular que existía y que se usaba mucho también en otros lugares. Con ella se pretendía implorar la mediación de la santa:
Santa Bárbara bendita
Que en el cielo estás escrita
Con papel y agua bendita,
Y en el ara de la Cruz
Paternóster Amén Jesús.
 Siempre me extraño que en Joarilla faltase su imagen en la iglesia, a pesar de acordarse tantas veces de la santa, pidiéndole protección contra las tormentas y rayos, e  incluso para obtener buenas cosechas. No ocurrió así con santa Rita que fue donada por una persona. Y también las devociones se centraron más en San Antón, San Roque y otros santos o vírgenes.
La devoción a Santa Bárbara se asocia también con las campanas, pues se cree que su toque puede ahuyentar a los nublados. Y en verdad existe entre los campaneros un toque llamado en algunos lugares tente nublo o toque a nublo, y en otros tente nube, que servía además de para lo dicho anteriormente, para que la gente que estaba en el campo pudiera, al oírlo, regresar a casa rápidamente, evitando así que le pillara en descampado. Había temor en los pueblos a morir en el campo matados por un rayo. Y hasta los sacerdotes conjuraban los nublados para que se alejasen.

Santa junto a la torre y con la palma y el rayo en sus manos. Bercianos de V.
Pero quienes más y mejor celebran a Santa Bárbara, entre otros, son los mineros, que para eso es su patrona. Así ocurre en las cuencas mineras de Asturias y de León. A los actos religiosos se unen los folklóricos y festivos. Lo que no falta nunca y todo el mundo conoce, como si fuese su himno y el de la minería, es la siguiente canción:
Santa Bárbara bendita
Tranlaranlará, tranlará (bis)

Patrona de los mineros, mira,
Mira, Maruxiña, mira,
Mira cómo vengo yo. (bis)

Traigo la camisa roja
Tranlaranlará, tranlará (bis)
De sangre de un compañero,
Mira, mira, Maruxiña, mira,
Mira, como vengo yo.

            En el pozo María Luisa
Tranlaranlará, tranlará, (bis)
Murieron cuatro mineros,
Mira, mira Maruxiña, mira,
Mira cómo vengo yo.

Mañana son los entierros
Tranlaranlará, tranlará, (bis)
De esos pobres compañeros
Mira, mira Maruxiña, mira,
Mira cómo vengo yo

                   Hasta aquí  un recuerdo para Santa Bárbara, en el día de su fiesta, una santa muy popular en algunas zonas y lugares, también en Joarilla, aunque no se contase con su imagen en la iglesia.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Cruces del Cementerio.



Ayer fue el día de los Difuntos, fiesta que, junto con la de los Santos, son importantes y destacan en el calendario litúrgico cristiano. A estas fiestas con sus costumbres o tradiciones, se apuntan casi todas las personas, independientemente de su mayor o menor creencia religiosa. Y es que son días asociados con la muerte, que llegará a la todos los humanos, lo mismo que a los demás seres vivos.
Pero además ocurre que estos días, por tradición, se visitan los cementerios. Familiares y amigos se reúnen para ello en el lugar en donde alguno de sus predecesores está enterrado. También ocurre, como no podía ser menos en Joarilla.
A la derecha el nuevo cementerio, junto a la carretera que va San Miguel.

El nuevo cementerio, ya desde hace muchos años, se encuentra a las afueras del pueblo junto a la carretera que conduce a San Miguel de Montañan, el pueblo más próximo a Joarilla. Es amplio y está bien ventilado y soleado. Mantiene las puertas de hierro antiguas, no así las paredes que, al ser de tapial y adobe, hubo que sustituirlas por las de ladrillo más seguras y resistentes.
Pero lo que más ha cambiado tal vez sea su interior, pues casi todas las sepulturas que estaban a nivel del suelo, con una cruz de hierro o de otro material en su cabecera, han sido sustituidas por grandes, costosas, y llamativas tumbas o panteones, algunas cargadas de inscripciones y cruces de tamaños distintos y del mismo material. Lo mismo ocurre en otros pueblos, y no digamos en las grandes ciudades, donde algunos cementerios se visitan también para ver las obras arquitectónicas o escultóricas que hay en ellos.
Recuerdo que antiguamente el sacerdote acudían con el roquete y la estola negra, uno de estos días al cementerio y rezaba un responso solemne por todos los que estaban allí enterrados. Después se acercaba a cada una de las sepulturas en donde hubiese familiares y rezaba otros responso, este ya a título particular, por el fallecido. En la actualidad algunos momentos religiosos de este tipo han desaparecido y tan sólo se celebra misa en estos días aplicada por todos.
Pero lo que sigue en aumento es adornar con flores las sepulturas y tumbas el día o días de la visita al cementerio. E incluso algunos como que compitiese en ello, dada la cantidad, además de la variedad, de flores, que colocan sobre ellas.
Todavía se conservan algunas cruces de hierro forjado de las muchas que había en el cementerio de Joarilla, Lo mismo he comprobado que ocurre en muchos otros pueblos y ciudades, aunque en algunos lugares las consideran un testimonio de antigüedad y también belleza. En este caso las tienen colocadas en un lugar especial del camposanto para que puedan ser contempladas.

Parte de la cruz anterior, en la que se indica el año y los enterrados.
Otra de las cruces de hierro que aún se conservan.
Cruiz de hierro ya retirada de las sepulturas.
Las cruces de hierro tienen una imagen en el centro.

Las demás cruces son de piedra o mármol de diversas formas y colores y abundan en todos los cementerios, junto con algunas imágenes del crucificado hechas en serie en talleres o marmolerías dedicadas a ello. 
Sepultura con verja y elevada cruz de piedra.

Cruz de forma distinta con inscripción sobre ela.
Varias cruces y algunas imágenes del Crucificado.
Parte posterior de varias cruces del cementerio.



miércoles, 16 de octubre de 2013

Recuerdos del Ayer: Comedias.


Hace unos días recibí unos programas que me enviaba Alberto Crespo Gutiérrez, el hijo de Abilia y Adalberto. “Programas de cuando mi madre y otras coétaneas, decía él, hacían teatro, allá por el año 1936”.
La verdad es que, desde entonces, como se dice vulgarmente, ha llovido mucho, ha pasado ya mucho tiempo y gran parte de los actores y actrices habrán fallecido.  Pero la realidad era esa. En Joarilla, como en casi todos los pueblos, se hacía teatro y había mucha afición, tal vez porque era una buena forma de diversión y entretenimiento, a falta de otras muchas diversiones existentes en la actualidad.
Y lo curioso del caso es que no faltaba director al frente de los ensayos, ni personas para desempeñar los distintos papeles.
Aunque yo solamente puedo dar fe y recordar por mi edad lo que ocurría en la década de 1950, estoy seguro que en décadas anteriores ocurriría lo mismo, a jugar por noticias y lo que se ve en dichos programas.
Recuerdo cómo, de vez en cuando, llegaban al pueblo comediantes y que esto, podemos decir, se anunciaba con bombo y platillo, aunque lo hiciese solamente el alguacil recorriendo las calles del pueblo con la trompeta y el tambor. Por cierto que, a veces,  los niños le acompañábamos en el recorrido o en parte de él. Así ocurrió con el malabarista Enrique Barte y sus muñecos. Al pregonar el precio de las entradas que para los niños era de una peseta, la voz alta del alguacil era acompañada por las voces de los niños presentes en el recorrido.
Las representaciones tenían lugar casi siempre en el salón de baile de mi tío Anastasio, sobre el cual escribiré en otra ocasión. Era amplio y, aunque solo había  asientos junto a las paredes del mismo, en forma de bancos sin respaldo, cuando había teatro se llevaban o colocaban sillas o banquetas delante del escenario. Si las comedias coincidían en domingo o día festivo, no había baile, tanto el organillo como la gramola estaban ocultos detrás del escenario.
Respecto a las obras que se representaban en aquellos años y que me envía Alberto, sirven para demostrar la afición y dedicación que existía. Contaban con “cuadro artístico joarillense”, maestro director, director artístico y por supuesto el apuntador, obligado en cualquier representación teatral. 

Cartel comedia del año 1932

Cartel comedias año 1929.
Una comedia es de 1932 titulada Que viene mi marido de Carlos Arniches, famoso como sainetero y autor de comedias en aquellos años, y muy de agrado de todos. Los actores y actrices, todos ellos personas del pueblo que formarían parte del citado “cuadro artístico”, que ahora denominaríamos Grupo de Teatro.
Me llama la atención que en este mismo cartel se anuncie una Gran Romería con motivo de la inauguración de la finca el Coto de la Dehesa de la Aldea, que en aquel mismo año pasó a ser propiedad del pueblo. La romería muy animada, por cierto, tuvo lugar en el campo y no faltó la merienda, ni un animado baile con música a cargo de los populares y afamados dulzaineros de Melgar de Arriba “Los Cucos”.
Sobre la compra de la Dehesa ya escribí en este blog en otra ocasión. Efectivamente tuvo lugar en aquel año 1932 como muy bien explica Luis Miguel en su Breve Historia de Joarilla. Dice que hubo una gran fiesta y que se representó alguna comedia.

Vecinos de Joarilla en la casa de la Dehesa en dia de la firma de su compra.
Es curiosa la relación de las personas, actores y actrices, que formaban parte del cuadro artístico joarillense. Me suenan nombres y apellidos, unos más que otros, tal vez debido a un mayor trato o cercanía: apellidos como Crespo, Gago, Gutierrez, Mencía y algunos otros, son propios del pueblo y la zona. Y los nombres son los mismos que tuvieron después sus hijos y nietos: Crisóstomo, Marceliano, Epitafio, Alipio, Casiano, Constancio, etc. Y lo mismo los de las mujeres que hacían de actrices: Abilia, Victoria, Marina, Elpidia, Juliana, etc. Que esto sirva para recordarlos y valorar lo que hacían, a pesar de contar con menos medios y posibilidades para ello.


sábado, 10 de agosto de 2013

Recuerdos del ayer: El palanganero.


Palanganero de hierro. Colección Adolfo Álvarez.
El palanganero junto otros objetos o maquinarias coleccionadas por Adolfo.

En museos etnográficos que he visitado, o en colecciones de objetos antiguos que tienen algunas personas,  me han llamado la atención los palanganeros, sobre todo aquellos que son más antiguos y que destacan por su sencillez. Y es que en Joarilla, en el patio o corral de casa, durante el verano, había siempre un palanganero, parecido al que encabeza este escrito.
Estaba allí, bajo la parra, preparado siempre para prestar su servicio, poder lavarse las manos, o la cara, los de casa, e incluso los foráneos, cuando fuese preciso y necesario. A su lado un cántaro o jarrón con agua limpia y, no lejos, el cubo para la sucia, aunque a veces ésta se arrojaba directamente al corral. Por entonces la situación era completamente distinta.
Había otro palanganero, de madera y más elegante, en el dormitorio, que se usaba durante todo el año más que en el verano. Y es que gran parte del tiempo, en esta estación, se pasaba fuera de la vivienda, en patios, portalones u otros lugares frescos y agradables, sobre todo por las mañanas y cuando el sol ya está a punto de ponerse.

Palanganero de madera. Museo etnográfico de Sta. Eulalia.
Como vemos en las imágenes, el palanganero es un mueble de hierro o de madera, de unos 85 centímetros de altura, por lo común de tres pies. En el cerco superior del mismo se coloca la palangana o palancana, también denominada jofaina, y que no es  más que una vasija de gran diámetro y poca profundidad. Esta vasija puede ser de loza o de metal y algunas disponen de agujero con tapón por donde cae el agua al cubo colocado debajo.
En el lugar donde encaja la palangana suele haber dos asas para colocar las toallas, y no falta tampoco un recipiente para el jabón. Había y hay palanganeros muy elegantes y sofisticados, con todas sus piezas de lujo y de gran valor.

Antiguo palanganero. Museo de Sta Eulalia de Tábara.
Pero en Joarilla se usaba más el del patio que, sin ser de lujo, prestaba un gran servicio. Además era portátil y de fácil traslado a otro espacio de la casa. Pero se pasaba casi todo el verano allí, debajo de la parra de Jerez, parra que todavía existe, a punto de cumplir los 80. El patio se regaba con frecuencia para que estuviese más fresco. Y todos los días, por la mañana, después de levantarse de la cama, allí estaba el palanganero dispuesto a prestar su servicio. Verlo allí era indicio o señal de buen tiempo. Recordarlo en la  actualidad es también indicio o señal del paso del tiempo.
En todas las casas había palanganeros como éste o parecidos, dentro o fuera de los domicilios. Y a su lado no faltaban los recipientes con el agua, traída del caño o fuente más cercana. Eran otros tiempos, cuando todavía el agua corriente y los servicios de la fontanería estaban lejos de llegar a los pequeños pueblos, un tanto alejados de la ciudad.
Era y es una triste realidad el que a las localidades pequeñas y con poca población, todo ha llegado y llega más tarde, y con retraso, por más que, tanto los derechos como las obligaciones deben ser los mismos para todos los ciudadanos. Y es que, aunque el motivo haya sido o sea económico, también depende, en parte, de quienes, con mayor o menor sensibilidad, estén al frente o administren dicha economía,




miércoles, 31 de julio de 2013

Recuerdos del ayer: El Cacharrero.



Era este otro de los vendedores ambulantes que se acercaba, cada cierto tiempo, a Joarilla, para ofrecer y vender su mercancía, que no era otra sino recipientes de barro hechos por alfareros. Se oía decir “ha llegado el cacharrero”, “ahí está el cacharrero”. Algunos lo llamaban el botijero. Y es que, aunque los cacharros eran variados: cántaros, cazuelas, pucheros, ollas, etc.,  el que más se vendía eran botijos, pues todas las viviendas disponían de uno o más, al ser muy utilizado para contener y beber agua.  

Olla antigua.
Varios cacharros, casi todos antiguos.
Tres pucheros.
Todas o casi todas las piezas que vendía el cacharrero se usaban en la vida doméstica y familiar de cada día. Con unos recipientes se acarreaba el agua desde la fuente, o fuentes si había más de una, hasta la casa, otras servían para preparar  la comida, y algunas, como las ollas, para almacenar alimentos entre grasa o aceite, como ocurría con algunos productos procedentes de la matanza del cerdo.

Ollas y otras piezas de cerámica antiguas.
Dos ollas.
Los cacharros, al ser de barro, se rompían con facilidad. Por eso, de vez en cuando, y no tardando mucho tiempo llegaba el cacharrero. Algunos eran solamente vendedores o revendedores, pero otros eran los mismos alfareros de Jiménez de Jamúz,  Pereruela, o de otros pueblos los que con carros o animales con mallas cargadas de cacharros se dedicaba a recorrer y visitar las distintas localidades de la provincia.

Vendiendo piezas de Jimenez de Jamuz en un día de feria.
Piezas de Pereruela, también a la venta, en la feria.
Era este un oficio, pues necesario y muy útil. Todavía estaba lejos la utilización de otros materiales de plástico o metal, tal como ocurre en la actualidad. Y tampoco había cocinas eléctricas, lavavajillas, y otros instrumentos domésticos más modernos.
Para usar en el hogar o en la lumbre, con fuego a base de paja y leña, lo mejor era el barro, de ahí el gran uso que se hacía de pucheros, cazuelas y demás utensilios.