miércoles, 18 de julio de 2012

Jugando en la Plaza Mayor.



La imagen es de hace ya muchos años, cuando todavía el pavimento era de tierra y las casas apenas habían sufrido cambios. Se ven los bancos de hormigón y cemento que había en el centro de la misma, que servían para sentarse a la sombra de las acacias. No lejos se encontraba el Caño, con los tres chorros de buena y fresca agua. Todos los que pasaban cerca del Caño  probaban el agua.
Las casas, en su mayoría de adobe o tapial, revestidas de capacho. Se ve la del Sr. David, que hace esquina, y al fondo pintada de blanco la de mis tíos Anselma y Anastasio, cuando tenían el café y bar en la planta superior y el salón de baile en la parte baja. Después, con los años, todo cambió. Cerca está la casa de la Sra. Benilde, la de Quirino, y otras.
Pero lo más llamativo de la imagen son las personas que aparecen en ella. Jóvenes en su mayoría que son los que están jugando, tal vez a la Chana, y algunos niños y mayores como espectadores. Su forma de vestir y de estar en el lugar nos recuerda el pasado, e incluso una forma distinta de vida y diversión. Seguramente que era un domingo o día festivo, después de la misa de la mañana, o del rosario de la tarde. Y es que la Plaza siempre fue lugar de reunión, descanso, tertulia, y también juego. Por la Plaza Mayor pasaba diariamente mucha gente, pues son varias las calles que parten o llegan a ella. Además a ella llegaban muchos vendedores y establecían el comercio por un día, por ella pasaban todas las procesiones los días festivos, en ella se celebraban bailes y otras diversiones, etc.
Algunos se reconocerán en la imagen, o distinguirán a sus vecinos o amigos, bien por su aspecto exterior, o por su forma de vestir. Otros recordarán, tal vez, a algún ser querido ya fallecido. Y es que en todo y para todos son muchos los cambios que ha habido con el paso de los años, cambios en la Plaza, su urbanización, edificios, adornos, iluminación, etc., y cambios en las personas, costumbres y forma de divertirse, e incluso de vivir.