sábado, 26 de febrero de 2011

La imagen: Carro de viga o de par.


--------------------------------------------------------

Este carro, el más utilizado en Joarilla, como en otros pueblos, allá por la década de 1950, era llevado primero por vacas y después también por mulas o machos, caballos, e incluso burros.
Con él se realizaban parte de las tareas agrícolas: llevar el abono a las tierras antes de la siembra; acarrear la mies y llevarla a las eras para realizar la trilla. Se ponían unas redes de cuerda, para coger más y hacer mejor el transporte; llevar la paja a los pajares que había en la parte de atrás de las viviendas, previa colocación de unos tableros en el mismo; con él se transportaba también el trigo, en costales o sacos, desde la era hasta la paneras o sobrados de las casas, etc.
Y cuando en la comarca se celebraba alguna romería se acudía con los carros cargados de gente, junto con la comida y demás avituallamiento e impedimenta necesarios para pasar el día.
Las vacas solían andar despacio. Y para que no se detuvieran o fuesen más deprisa se las pinchaba con la ijada, una vara larga en uno de cuyos extremos tenía una punta clavada. El que dirigía el carro llevaba en sus manos los ramales que estaban enganchados, con una especie de garfio, a las fosas nasales de los animales. Tirando del ramal hacía ir a las vacas para un lado o para otro.
A los niños, a falta de bicicletas, patinetes y otros instrumentos, les gustaba subir a los carros con sus abuelos, padres u otros parientes, cuando iban a realizar algún trabajo.
Las vacas, con las melenas sobre su rostro para evitar a las moscas y otras molestias, iban bien amarradas al yugo con las correas y el yugo bien atado a la viga del carro. Solamente así podían arrastrar con fuerza el carro que, en ocasiones, iba cargado con mucho peso.
En la imagen un carro pasando por la calle en un pueblo de la comarca de Benavente. Calle sin asfaltar y con casas de adobe y tapial. Las grandes ruedas con sus aros de hierro erosionaban con frecuencia el pavimento de la calle. Pareces ser que por dicho lugar ya se podía ver el coche Seat 600.

domingo, 20 de febrero de 2011

Puertas y corrales


Puerta de entrada a una vivienda antigua. (Foto Alfonso Crespo).

----------------------------------------------


Puerta trasera de vivienda antigua, que da al portalón y al corral.
-----------------------------------------------


Las casas antiguas, sobre todo las de los agricultores, tenían dos puertas, la de entrada a la vivienda o principal, de madera y de una sola hoja, y otra más amplia por la que se accedía directamente al corral, en donde había otras dependencias. Ese espacio se denominaba portalón.
El portalón, estaba cubierto, servía para recoger los carros y algunos otros útiles agrarios que convenía que no estuviesen a la intemperie. Su puerta, de gran tamaño y doble hoja, era de buena madera y a veces tenía como adorno clavos de hierro. Incluso en una de las hojas había una puerta más pequeña para entrar las personas, y no tener necesidad de abrir toda ella.
A veces los portalones se convertían en almacenes de las más variadas cosas.
El corral, sin embargo, es un espacio abierto que está en la parte posterior de la casa. Algunos tienen corrales de gran tamaño, dependiendo de la necesidad y utilización que se haga de él. Si se trata de agricultores o ganaderos el corral es más amplio, pues en su entorno están los pajares, las cuadras, etc. Y todo lo demás que solían tener los corrales: pocilga para el cerdo o los cerdos, gallinero, conejera, etc. Y es que en casi todas las casas, durante el año, se criaba un cerdo o más de uno, había gallinas y se criaban pollos y no faltaban los conejos, muchos o pocos, dependiendo a veces de las necesidades.
Para la alimentación de estos animales, cerdo, gallinas y pollos, se utilizaban los cereales, molidos o sin moler. Y para los conejos se traía del campo alfalfa, mielgas u otras plantas que era de su agrado. Era frecuente ver a la gente cargada con haces de plantas verdes cuando venía de ‘coger para los conejos’.
Y antiguamente, cuando no se disponía de agua corriente y servicios en las casas. el corral o la cuadra, una de sus dependencias, eran los lugares que se utilizaban para el alivio de las necesidades físicas, más o menos perentorias.
Algunos corrales tenían árboles sobre todo higueras, membrillos o nogales que, durante el verano, además de proporcionar sombra, contribuían en alguna medida al frescor del lugar. De ahí que las familias pasasen también muchos ratos en el corral para aliviarse de los calores.











sábado, 19 de febrero de 2011

Y se hizo la luz...

El transformador de Joarilla recuerda a todos la llegada e instalación de la luz eléctrica.

----------------------------------------


Cableado existente en el interior del transformador.
----------------------------------------


Candiles, faroles, carburos y velas, se utilizaban antes de la llegada de la luz eléctrica.
(Fotografía tomada del blog "Museo Virtual de Arrabalde").
--------------------------------------------------
Un ejemplo de cómo eran las peras, o llaves, utilizadas antiguamente para abrir y cerrar el circuito eléctrico.

------------------------------------



Trini y Feliciano conservan su farol limpio e incluso preparado para usarlo en caso de necesidad.
--------------------------------------

Las Candelas, el día 2 de febrero, es la fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el templo, fiesta de la Purificación y también de la Luz. En los actos religiosos celebrados en este día se bendicen y encienden abundantes velas y velones y con ellas, en algunos lugares, se sale en procesión para recordar a todos la conmemoración.
La luz, lo mismo que el fuego y el agua son símbolos religiosos de fe y también de purificación. Con la luz desaparece la oscuridad y junto con el fuego y el agua son tres elementos esenciales para el vivir diario.
Antiguamente este día se celebraba con solemnidad en muchos pueblos y también en Joarilla, como hemos escrito con anterioridad.
------------------------------------
Pero, ahora, quiero recordar aquí un acontecimiento importante ocurrido en el pueblo, el día 2 de febrero del año 1929. Lo cuenta Luis Miguel Bajo en su breve historia de Joarilla de la siguiente forma:
“Para Joarilla el inicio del siglo XX significó un período de cierta modernización y crecimiento económico y poblacional. La llegada de la electricidad y la compra de la Dehesa fueron los dos acontecimientos fundamentales para el pueblo…”
No deja de llamarnos la atención que fuese precisamente el día de Las Candelas cuando llegó por primera vez la luz eléctrica al pueblo. Y como ocurre en otros pueblos se celebró a lo grande. Por la mañana fiesta religiosa, misa y demás actos, y por la tarde fiesta no religiosa en la que, entre otros cosas, se representaron las comedias El Castillo de Simancas, drama histórico, y Los Embusteros, un graciosos juguete cómico. Por supuesto que los actores y actrices fueron hombres y mujeres del pueblo.
A partir de este momento comienza la instalación eléctrica en las casas y calles. Poco a poco se van viendo por todo el pueblo cables de la época y bombillas de no mucho voltaje. Y también las llaves de luz, blancas y de forma redonda, junto con las ‘peras’, en alcobas y otras dependencias.
En las calles la oscuridad nocturna se aligera con pequeñas bombillas bajo plato colocadas en las esquinas de algunos edificios.
La potencia no era mucha y las averías frecuentes. Por eso las velas, candiles y carburos seguían utilizándose. O al menos se tenía a la mano para casos de emergencia.
Más tarde se construiría el transformador y hasta se contó con electricista, que se encargaba de solucionar las abundantes averías que se originaban en una red con postes de madera y cableado de no buena calidad. Pero eran otros tiempos y otra forma de vivir y también de pensar.