lunes, 14 de junio de 2010

El Sacramento


Custodia de Joarilla.


Capa pluvial utilizada por el sacerdote en la procesión el día del Sacramento.
Imagen que tiene la vara de los cofrades del Santísimo en la parte superior.
Varios cofrades con vara ,en la fiesta de hace unos años.
La procesión pasando por la Plaza Mayor, adornada con flores y tomillo.
Pasando por la calle Mayor.
Al final de la calle Mayor, cerca ya de le Eras.


La procesión regresa de nuevo a la iglesia.


Un domingo, después del Corpus, se celebra en Joarilla el Sacramento, una de las fiestas más importantes del año. Y también seguramente que la más antigua, a juzgar por la documentación del archivo parroquial sobre la existencia de una cofradía ya desde el siglo XVI, que se encarga de realizar los actos, tanto religiosos, como no religiosos.
Antiguamente había Visperas y se repartían avellanas y vino a los cofrades, en la calle, a las puertas de la casa del mayordomo. También se contaba con orquesta, para animar la fiesta.
El domingo, día principal, se celebraba una misa solemne, con sermón aún más solemne, pues se contrataba también a un buen predicador. Destacaba la procesión con el Santísimo en la custodia, llevada por el sacerdote bajo palio.
La procesión recorría varias calles del pueblo y se organizaba así: Cruz parroquial (en este día salía la grande, la de plata, se decía); estandarte con la imagen del copón y la hostia grabados en él; el palio con la custodia llevado por miembros de la cofradía; sacerdote con capa pluvial, de color blanco y dorado, apropiado para el día; a su lado directivos de la cofradía y autoridades municipales; por último los demás personas del pueblo y los forasteros que acudían a la fiesta, sobre todo las mujeres, porque antes los hombres iban adelante, detrás de la cruz procesional.
La misa era cantada y en latín, solía ser la De Angelis. Tanto en la misa como durante la procesión las cantoras y todo el pueblo entonaban canciones religiosas, en este caso relacionadas con el Sacramento. Adoremos al Santísimo, Sacramento del altar…; Hostia pura, hostia santa, hostia inmaculada…, etc.
El altar y toda la iglesia se adornaban, y también las calles del pueblo por las que iba a pasar la procesión, con flores, ramos, hierbas y plantas olorosas, etc. Y en las puertas, balcones y ventanas de las casas se colgaban colchas vistosas y algún mantón de Manila.
Se preparaban altares en las calles, en los que se detenía la procesión al pasar. Se rezaba una estación a Jesús sacramentado y el sacerdote bendecía a todos con la custodia.
En las casas se comía y bebía de modo distinto, que para eso era la fiesta. Y por la tarde-noche había baile, también a las puertas de la casa del mayordomo.
El Sacramento sigue celebrándose, aunque con algunos cambios en las antiguas tradiciones. Y es que al disminuir la población, son también menos los cofrades que participan en la organización de la fiesta.